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Aprendizaje esotérico: Práctica mágica de Bardon. Paso 4

En este artículo retomo las enseñanzas, de uno de los que considero entre los mejores magos de todos los tiempos. Bardon nos ha legado, en su "Iniciación al Hermetismo", uno de los mejores libros para aprender la magia práctica. Ya hemos expuesto en anteriores artículos los pasos 1,   2   y   3 de su camino de aprendizaje mágico.

Recomiendo encarecidamente a quien se encuentre por primera vez con estos pasos, comenzar su aprendizaje en el correcto orden, es decir, no tomar uno de los pasos sin antes haber completado con éxito y en su totalidad, el paso anterior. De no hacerse así se corren diversos riesgos, y , en el mejor de los casos, se puede terminar perdiendo el tiempo si se comienza la práctica por cualquier parte. No se puede comenzar a correr sin saber caminar primero.

No importa que les lleve mucho tiempo cada paso, pero es fundamental que se aprenda a consciencia. Recomiendo asimismo, la lectura de los dos artículos de la base teórica del curso para poder entender para qué se realizan y por qué se realizan los ejercicios.  (Ver La magia de Franz Bardon I  y II)

A partir de este paso verán que nos vamos a encontrar algunas cosas difíciles de creer, cuando comencé el curso me pasó, pero con la práctica las cosas se van aclarando y vamos entendiendo ya que nuestra consciencia comienza a expandirse.

Hechas estas aclaraciones paso a describir el paso 4 de Bardon. Como en los anteriores pasos el entrenamiento se divide en entrenamiento mágico mental, entrenamiento mágico psíquico y entrenamiento mágico físico.

Entrenamiento mágico mental. Paso 4


En este paso vamos a aprender a trasplantar nuestra consciencia hacia afuera de nosotros mismos, colocándola en objetos, animales y finalmente en seres humanos. Comenzamos con un objeto, nos sentamos relajadamente y ponemos frente a nosotros un objeto. Imagínate dentro del objeto. Siente las características del objeto, olvídate completamente que estas mirando el objeto, tú eres ese objeto, si está sobre una mesa, siente la mesa debajo de ti, imagina que ves la habitación o el lugar en donde estés desde la perspectiva de ese objeto. Para dar por cumplido este ejercicio debes poder sentirte el objeto por cinco minutos sin interrupción, sin que pase por ti ningún pensamiento que no sea sobre tu vivencia como ese objeto y, por sobre todas las cosas, olvidarte de tu cuerpo humano.

Luego de haberte trasplantado con éxito a un objeto pasaremos a hacerlo con un animal. En este caso no es necesario tener el animal delante para trasplantarnos a él. Imagina el animal que hayas elegido para realizar el ejercicio, al principio considera al animal en reposo, estas trasplantado al animal; una vez que te acostumbres y te sientas en el animal sin ninguna duda, pasa a comenzar a mover a ese animal, imagínate en él corriendo, volando o realizando otros movimientos, mira por sus ojos, huele por su hocico, siente el mar cuando nades. Debes sentirte cómodo con el animal, sentirte él, olvidarte de tu cuerpo humano. Cuando podamos sentirnos el animal en si mismo, durante cinco minutos sin interrupción se podrá pasar al siguiente y más complejo ejercicio el de trasplantar la consciencia a otro ser humano.

Al comienzo de la práctica con humanos se debe proceder con sujetos que conozcamos bien, amigos o familiares, luego de haber podido trasplantarnos a conocidos comenzaremos con desconocidos. Es recomendable cuando realicemos los ejercicios considerar una gran variedad de individuos de diferentes sexos y edades, así como razas y diferentes experiencias vitales, es decir un día nos ejercitamos con un niño, luego con un anciano de una tribu, luego con una mujer china o de otra parte, con un atleta y luego con un filósofo. Cuanta más variedad mejor.

Se debe poder sentir y pensar como la persona que nos imaginamos que somos, olvidando nuestra persona, durante cinco minutos sin pausa para dar por conseguido ese ejercicio. Si tenemos cualquier pensamiento propio, nos desconcentramos de la nueva identidad se invalida el ejercicio y hay que volver a  intentarlo desde el principio. Cuanto más se realicen estos ejercicios mejor será y se podrá dominar la técnica. Dejo al estudiante entender cual es la utilidad de estos ejercicios.

Entrenamiento mágico psíquico. Paso 4


En este paso retomaremos y ampliaremos el trabajo con los elementos que comenzamos en el paso 3. En ese paso aprendimos a tomar cada elemento a través de la respiración pulmonar y de los poros como un todo, ahora pasaremos a cargar las diferentes partes del cuerpo con el elemento que queramos. Hay dos maneras de hacerlo.

Primera técnica.

Inhalas el elemento por respiración siete veces, cada vez que inhalas imaginas que te vas cargando con la característica del elemento elegido, frío, calor, liviandad o peso. Cuando exhalas no eliminas esta sensación de frío o liviandad o lo que sea , sino que lo rediriges hacia la parte del cuerpo que deseas. Debes sentir la característica del elemento, que es el elemento en si en esa parte en concreto, hasta que decidas dejar ir nuevamente el elemento al universo que lo devolverás mediante las exhalaciones. Este ejercicio se puede hacer con todos las partes del cuerpo menos con el corazón o con el cerebro ya que puede ser peligroso. Se debe realizar el ejercicio para cada uno de los elementos en cada una de las partes corporales. Se tiene que sentir la cualidad de cada elemento en la parte elegida, mucho más concentrada que en el resto del cuerpo, para dar por finalizado el ejercicio. Esta práctica es esencial a la hora de cargar por ejemplo, las manos o las puntas de los dedos para realizar magia.

Segunda técnica.

En esta segunda manera vamos a traspasar nuestra consciencia a la parte del cuerpo que queremos trabajar, esta transferencia tiene que ser plena para que funcione. Una vez nuestra consciencia se encuentre en un brazo por ejemplo, procederemos a cargarnos con el elemento a través de la respiración, exhalando aire vacío e inhalando aire cargado con el elemento.

Una vez dominemos las técnicas anteriores, se pasará a realizar el siguiente ejercicio, vamos a cargar cada parte del cuerpo con su elemento propio. El cuerpo humano se divide en cuatro partes regidas por cada uno de los cuatro elementos, de los pies a los genitales pertenece a la tierra, todo el abdomen pertenece al agua, el tórax al aire y la cabeza al fuego. Vamos a inhalar siete veces y cargar cada parte con su elemento, una vez hayamos terminado de hacer esto, vamos a estar con los elementos cargados de dos a cinco minutos y vamos a devolver los elementos a través de la exhalación. Esta descarga se hace de manera inversa a la carga, comenzamos la carga con la parte baja y el elemento tierra y seguimos con todos los elementos en el orden de abajo a arriba y la descarga con la cabeza y el elemento fuego y de allí hacia abajo.
Este ejercicio es muy útil para el mago ya que le permite recuperar la armonía de su cuerpo tanto físico como astral con el universo y los elementos que lo componen. Al proporcionar armonía, proporciona paz y felicidad.

Entrenamiento mágico físico. Paso 4


Bardon comienza esta parte recordando que se deben seguir realizando los ejercicios físicos de los pasos anteriores, los cuales ya deberán ser parte de nuestra rutina. Como novedad en este paso se aprenderá el uso de gestos (o rituales), por ejemplo, con las manos en los trabajos mágicos. El uso de los gestos servirá para cargar de automatización una idea o deseo que queramos trabajar. Se realizará una conexión entre el gesto y lo que se quiere conseguir, esto es lo que pasa con todos los rituales, se busca que algo exterior incida y sea incidido por lo interior, por los pensamientos.

Como dice Bardon en Iniciación al Hermetismo

el ritual tanto como la imaginación tienen que ser usados. Más tarde conduciéndolo solo con la imaginación del deseo y su realización, serás inducido sin incluso notarlo, automáticamente para usar el gesto o el ritual. Habiendo llegado a este punto, en que el deseo ha llegado a ser una función automática de tu imaginación, el proceso irá en sentido contrario: tú haces el ritual o el gesto y la imaginación o el poder en cuestión automáticamente liberará sus efectos. Esto es el real propósito del ritual, la posición o los gestos de los miembros y los dedos. Tan pronto como el ritual ha llegado a ser auto actuante con la imaginación, será suficiente para hacer el ritual solo para alcanzar el efecto o influencia que has estado deseando.”

Para que estos gestos rituales sean efectivos lo mejor es que cada mago desarrolle los suyos propios y los mantenga a buen recaudo de la curiosidad de los demás. Asociar un gesto a un objetivo hace que se refuerce la actividad sinérgica de la imaginación y del gesto.

En próximos artículos seguiremos desarrollando los pasos siguientes en el aprendizaje mágico de Franz Bardon.

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