Bueno, aquí estamos con el paso dos, recuerdo
encarecidamente a aquellos que aterricen en esta página que es fundamental
antes de comenzar a realizar ningún ejercicio leer los posts anteriores sobre
la parte teórica de Franz Bardon y el paso 1. Una vez realizado los ejercicios
del paso 1 recién se puede comenzar con los del 2. Hacer los del dos sin hacer
los del primer paso será una perdida de tiempo ya que no se logrará nada.
Este paso, así como los siguientes, se divide el trabajo en
tres áreas, la parte física, la psíquica y la mental.
Entrenamiento mágico mental. Paso 2
Dentro de este apartado veremos los ejercicios de
autosugestión y los de concentración.
Ejercicios de autosugestión.
La autosugestión es la capacidad de sugestionarse a uno
mismo, en este caso con afirmaciones, que realizamos a fin de alcanzar
determinados objetivos. El inconsciente es una parte de nosotros fundamental,
que generalmente no se toma en cuenta tanto como se debería. Es aquí donde se
asientan nuestras emociones, sentimientos, gustos y disgustos. Si pretendemos
cambiarnos como personas, los aspectos inconscientes deben ser tomados en
cuenta y modificados. Rasgos de nuestro carácter, hábitos, inclinaciones etc.
pueden ser modificadas a partir de la autosugestión con afirmaciones.
¿Cómo hacerlo?
Primero debemos redactas nuestra afirmación según lo que
queramos conseguir. Esta afirmación deberá redactarse en tiempo presente y de
ser posible ser breve. Por ejemplo “yo
estoy saludable” “me desagrada el alcohol”, etc.
Segundo debemos repetir esta afirmación muchas veces, Bardon
propone mínimo 40 veces y se recomienda que se haga antes de dormir o justo
después de levantarse para que sean más efectivas y la sugerencia cale más
rápido en el inconsciente. Se pueden repetir las afirmaciones más veces durante
el transcurso del día si se quiere acelerar el proceso.
Podemos usar una
grabación para escuchar las repeticiones, pero debemos concentrarnos en las
mismas cuando las escuchamos, o sea no divagar mentalmente.
Si nos dormimos
mientras estamos haciendo las repeticiones no importa, esto hasta puede ayudar
a que la frase se grabe en el inconsciente con más rapidez.
Ejercicios de concentración.
Estos ejercicios tienen como objetivo desarrollar la concentración
como forma de fortalecer la voluntad. Uno de los ejercicios propuestos trata de
tomar un objeto y mirarlo detenidamente por unos minutos luego cerrar los ojos
y recordarlo de manera precisa sin tener ningún otro pensamiento. Puedes anotar
o usar cuentas para ver cuantas veces te distraes en 10 minutos, la idea es que
con el paso de los días y las practicas cada vez te distraigas menos. El
objetivo de este ejercicio es alcanzado cuando puedes visualizar el objeto con
los ojos cerrados y sin ninguna distracción por cinco minutos ininterrumpidamente.
El segundo ejercicio es visualizar el objeto con los ojos
abiertos, imaginándonos que está flotando a la altura de los ojos, la visualización
debe ser realista. El objetivo se alcanza cuando puedes ver el objeto flotando
durante cinco minutos sin ninguna interrupción y sin notar nada más de tu
entorno.
El tercer ejercicio se basa en el sentido del oído, debemos imaginarnos
el tic tac de un reloj y no oír nada más, ni pensar en nada más. Es importante
no ver con la imaginación nada más, ni siquiera el reloj del que parte el sonido.
Cuando seamos capaces de centrarnos solo en este sonido, u otro sonido
repetitivo que elijamos, por cinco minutos habremos completado el ejercicio.
A continuación, nos ejercitaremos de manera igual con
sensaciones como hambre, frío, calor, etc. sin permitirnos ninguna imagen pictórica.
Luego trabajaremos el olfato de la misma manera y finalmente el gusto. Todos
estos ejercicios son conseguidos cuando estemos experimentando lo buscado, olor,
sabor o lo que sea, durante cinco minutos sin interrupciones de ningún tipo ni de
otros sentidos ni de nuestro entorno.
Estos ejercicios son fundamentales para desarrollar la concentración
y afinar los sentidos en vista a la próxima práctica mágica.
Entrenamiento mágico psíquico. Paso 2
En el paso 1 (ver post) habíamos realizado los espejos "negro
y blanco" a fin de conocernos más profundamente. Ahora vamos a trabajar con
ellos, primero vamos a ver que poder elemental es el que prevalece, tanto en la
parte positiva como en la negativa, y buscar conseguir un equilibrio entre los
elementos.
¿Cómo se hace esto? Por ejemplo, si somos una persona iracunda y
esta característica prevalece sobre otras, esto nos dice que el elemento fuego esta
presente en demasía, por lo que debemos intentar, mediante la voluntad, controlar
esta característica. El equilibrio elemental tiene que existir en el astral a
fin de posibilitar un desarrollo mágico.
Según el grado de voluntad que tengamos vamos a comenzar con
aquellas características más importantes de nuestro ser o comenzaremos
solucionando pequeños fallos hasta que nuestra voluntad se fortalezca lo
suficiente para poder afrontar los grandes retos.
Para realizar estos cambios se pueden utilizar varias
herramientas que ayuden a la voluntad como ser el uso de las autosugestiones,
de las cuales ya hemos hablado. Las autosugestiones pueden ayudarnos a eliminar
malos hábitos generados por elementos descontrolados o conseguir nuevos hábitos
propios de aquello contrario a lo que queremos eliminar y, de esta manera, lo neutralizamos.
También es primordial estar atentos a nuestra conducta y eliminar las conductas
no deseadas desde el comienzo para equilibrar los elementos.
Entrenamiento mágico físico. Paso 2
En esta parte vamos a sumar a las prácticas del paso 1 otras
tareas. Es importante mantener las anteriores, baño con agua fría, frotes en el
cuerpo, magia del agua, etc. (ver post anterior) y acumular las nuevas propias
de este paso.
Lo principal de este paso es el ejercicio de la respiración por
los poros, esto ayuda a mejorar la salud física, las pautas anteriores de
higiene van a posibilitar la realización de este ejercicio, no lo hagamos sin
haber puesto en práctica lo anterior por lo menos durante un mes.
Para la realización de este ejercicio siéntese cómodamente y
relájese. Con cada inspiración y espiración sienta que no solo absorbe aire por
la nariz y los pulmones, sino sienta que cada poro realiza la misma labor. Visualice
el aire entrando y saliendo por los poros. Sienta como entra la energía presente
en el aire, en el principio etérico, en todo su cuerpo.
De mi experiencia
personal he de decir que este ejercicio me resultaba mejor si lo hacia luego
del baño y el frotado del cuerpo con esponja o cepillo y permanecía con poca
ropa o desnuda. Cada uno verá cómo le resulta mejor.
Una vez desarrollada esta respiración con el cuerpo
completo, podemos utilizarla para respirar un deseo, como se planteó en el paso
anterior. O si nos proponemos con cada exhalación librarnos de cosas que no deseamos.
El siguiente ejercicio propuesto por Bardon es el de
aprender a sentarnos sin movernos. Parece sencillo ¿no? Pues no lo es tanto y
debemos esforzarnos para su realización.
Nos sentamos en una silla que nos
permita tener la columna perfectamente derecha con las manos descansando en los
muslos y procedemos a relajarnos. Cuando se alcance la inmovilidad perfecta,
solo se puede pestañear si prefieren tener los ojos abiertos, durante treinta
minutos sin interrupciones se habrá conseguido el ejercicio. Cualquier
movimiento, voluntario o involuntario invalida el ejercicio. A partir de los
cinco minutos de inmovilidad vamos agregando cada día un minuto hasta alcanzar los
treinta, que es donde se habrá completado el ejercicio.
El propósito de este ejercicio es el
desarrollo de la voluntad y el conseguir una posición en que podamos trabajar
mágicamente sin que el cuerpo se haga presente, sin que pensemos en él o
requiera nuestra atención.
Otros ejercicios que podemos hacer para fortalecer la
voluntad es la de posponer una recompensa por ejemplo si tenemos hambre esperar
una hora más antes de comer; podemos obligarnos a hacer las cosas de diferentes
maneras si somos apurados obligarnos a ir lentos o si somos lentos hacerlo más rápidamente.
Lo importante es que la voluntad se ponga por encima de las emociones y los
hábitos, cada uno puede desarrollar sus propios ejercicios.
Una vez que hayamos terminado todos los ejercicios propuestos
en este paso se podrá proceder a los ejercicios del siguiente, nunca antes, ya
que de hacerlo así será un tiempo perdido.
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