Conceptos esotéricos: La Kundalini

 ¿ Qué es la kundalini?

La kundalini es la energía vital del ser humano.

Esta energía se encuentra, en la mayoría de los casos, dormida en la base de la columna y se la representa como una serpiente arrollada que está en reposo. Según los yoguis esta energía debe ser despertada y se la debe de ir elevando desde esta posición inicial y pasando por todos los chakras, llegar hasta el chakra de la coronilla, consiguiendo de esta manera la iluminación.

Esta es una definición absolutamente resumida de un proceso que puede llevarnos toda la vida o más bien varias vidas para poder completar. Y eso si hacemos todo como es debido.

Esta energía recorre el cuerpo por canales previamente determinados, estos canales no forman parte del cuerpo material, sino que son caminos que no se pueden ver ni tocar en el cuerpo pero que si se puede comprobar su realidad a través de la activación de los mismos mediante diferentes técnicas.

El Sushmana sería el canal principal por el que transita la kundalini, está en la zona central asociado a la médula espinal. Flanqueando a ambos lados existen otros dos nadis denominados Ida (a la izquierda) y Pingala (a la derecha).

Más allá de estos “caminos principales” existen 72.000 nadis que distribuyen esta energía partiendo del ombligo y llevándola a todas partes del cuerpo.

El concepto de kundalini, aunque tome diferentes nombres, no está solamente presente en oriente y asociado a la práctica del yoga, sino que aparece en la mayoría del conocimiento más o menos esotérico alrededor del mundo.

En muchas partes se promueve el despertar de esta energía, aunque el despertarla porque si, sin una preparación adecuada puede traernos algunos problemas con diferentes grados de intensidad. Hay que tener en cuenta que el ascenso de esta energía nos va a cambiar tanto a nivel corporal como espiritual como energético. Es recomendable pues, tener muy claro el manejo adecuado de esta energía y saber que puede producirnos, para que no nos tome por sorpresa los cambios y el proceso que se va a realizar.

¿Qué efectos trae su despertar?

El despertar de la kundalini y su ascenso va a traer una serie de cambios, a veces inesperados. Hay que tener siempre en cuenta que estamos manejando la energía más importante y no se la puede manipular a ciegas.

Es recomendable seguir las indicaciones de un buen instructor de yoga kundalini si nos proponemos comenzar de alguna manera a trabajar con esta energía de manera positiva.

De todas maneras la kundalini puede comenzar su ascenso aunque no hagamos yoga, otras actividades como la meditación provocan un ascenso importante y muchas veces, quien medita no toma en cuenta los cambios que puede sufrir. También se da el caso de personas que sufren este proceso sin hacer nada para favorecerlo. Solamente les sucede como parte de su evolución.

Lo recomendable es no forzar el ascenso de la kundalini de manera apresurada. Cuanto más lento y gradual mejor será la experiencia, ya que nos dará tiempo a que el cuerpo físico se vaya preparando así como nuestra psiquis. A pesar de que esto se lo va a decir cualquier instructor serio, la gente quiere generalmente apresurar el proceso, demostrando por esta misma impaciencia el no estar preparados para ello.

Mientras que un ascenso gradual y en una persona preparada puede ser una experiencia luminosa y totalmente transformadora a nivel positivo, los despertares repentinos, involuntarios o muy apresurados pueden traer síntomas tales como:

Emociones nuevas repentinas y generalmente desproporcionadas. Lloramos por nada, nos encontramos hipersensibles y cosas que nunca nos afectaron comienzan a verse como terribles, o por el contrario nos encontramos riendo sin motivo aparente.

Nerviosismo. No nos encontramos en calma en ninguna parte. Nada nos conforma. Esto puede ir acompañado de síntomas físicos como arritmias o taquicardias, contracturas musculares o estrés generalizado u opresión en el pecho.

Cambios bruscos en la temperatura corporal sin motivos aparentes. Escalofríos o sofocos.

Cambios en las pautas de comida. Tanto el de perder el apetito como el de comer sin tener un limite, lo que lleva a cambios en el peso corporal. Ganas de vomitar, sensación de estar lleno siempre. Diarreas, estreñimiento.

Experiencias auditivas extrañas. Pitidos, zumbidos, en casos extremos cuando se despiertan algunas capacidades psíquicas debido al mayor flujo de energía, se pueden oír voces o música de manera inexplicable.

Tenemos picos de energía y momentos de desgano total. Nos podemos sentir llenos de energía y ser capaces de aumentar nuestro desempeño en todos los aspectos como también podemos sentirnos incapaces de levantarnos de la cama. Muchas veces las dos situaciones de manera alterna.

Sensaciones nuevas, sentirnos raros o en algunos casos pensar que estamos perdiendo la cabeza. A veces los cambios son tan radicales que nos sentimos que no somos los mismos, lo que hace que pensemos que estamos enloqueciendo.

Mayor sensibilidad. Oímos los ruidos como aumentados , los olores son más intensos por poner algún ejemplo.

Cambios en los patrones de sueño. No dormimos casi o pasamos todo el día con sueño a pesar de haber dormido lo suficiente. Sueños más vividos y realistas.

Patrones de sexualidad nuevos. Se puede acentuar la necesidad sexual o puede desaparecer.

Estos son los síntomas más comunes de un despertar de la kundalini desordenado, involuntario o demasiado rápido. Existen una multitud de otros síntomas que pueden padecerse.

Pero no todo es negativo ni mucho menos.

El despertar de la kundalini, es un proceso necesario para la iluminación, todo por lo que podamos pasar, vale la pena si se piensa en el objetivo final. De todas maneras lo mejor es trabajar bien y dejar que las cosas lleven el tiempo que se necesita, que lo hagamos de manera consciente y ordenada para minimizar los efectos secundarios desagradables que pueden surgir.

Generalmente las personas pasamos por alguno de estos síntomas, pero una vez que estos se terminan vemos la vida de una manera totalmente diferente, se impone una paz y una felicidad profunda más allá de lo que podemos imaginar anteriormente. El premio final vale la pena,