¿Qué es la demonología?
La demonología es la rama de la teología que se encarga del estudio de los demonios. Esta disciplina intenta determinar que son, así como enumerar sus nombres y establecer las jerarquías que existen entre estos.
Al ser los demonios en algunas tradiciones religiosas
como la católica, ángeles caídos se puede pensar que la demonología podría ser
una subrama de la angelología que trata, como el nombre lo indica, de los ángeles
sean estos caídos o no.
Esto con respecto a la demonología
teológica, pero existen unos conocimientos más allá de los simples
conocimientos teóricos o taxonómicos. Esta demonología más “aplicada” seria la
que se ha desarrollado en torno al tema de las invocaciones, realizadas por
magos y brujos que buscaban con fines prácticos, entrar en contacto con estas
entidades.
Este conocimiento se reunió en
los grimorios, los cuales aparte de detallar los nombres y jerarquías de los
demonios o entes malignos, describían la manera de entrar en contacto con estos
entes, dominarlos y, en muchos casos, lograr que los mismos hicieran algo que el
mago deseaba o necesitaba en ese momento. Aunque en los grimorios no solamente
se trataba de entes demoníacos si es cierto que estos ocupan un lugar
importante en los mismos.
Algunas clasificaciones de los
demonios dentro de la tradición cristiana.
Los pecados capitales y sus
demonios asociados.
Aunque los demonios o entes
malignos están presentes en casi todas las religiones creencias y mitologías,
voy a presentar algunas clasificaciones circunscriptas dentro de la tradición cristiana,
ya que para presentar las clasificaciones a un nivel más amplio sería necesario
escribir varios libros y conocimientos que en este momento no poseo.
Una de las clasificaciones más
conocidas se la debemos a un jesuita llamado Peter Binsfeld quien en el siglo
XVI unió demonios a pecados capitales, nombrando a los mismos como los Siete Príncipes
del Infierno.
Lucifer sería asociado a la
Soberbia. El portador de la luz, según su nombre sería también un ente que
llevado por su belleza y sabiduría se dejó arrastrar por la soberbia hasta los
infiernos. Es reconocido como el ángel que se opuso a Dios, queriendo ponerse a
su nivel y esta soberbia lo hizo caer de lo más alto a lo más bajo.
Mammón es asociado a la Avaricia.
Su nombre en arameo significa riqueza. Es el custodio de las riquezas que
guarda la tierra, quizás por ello es que se lo asocia con el dios Plutón Hades.
Asmodeo es el demonio de la
Lujuria. A él se le asocian los pecados de la carne. Dentro de sus cualidades
se encuentran la de ser prepotente, seductor, mentiroso, exhibicionista y con un
gran poder de atracción. Concupiscencia, Adulterio, Fornicación, Bestialismo,
Fantasías obscenas, Sadismo, Masoquismo, Necrofilia, Fetichismo, Voyeurismo, y
otras muchas prácticas entrarían en su ámbito de influencia.
Satanás es el demonio de la Ira.
Se le conoce por ser quien lidera a los entes malignos que se oponen a Dios. A
menudo existe una cierta confusión entre Lucifer y Satanás incluso llegando a
creerse que son el mismo ente. En la iconografía este demonio se lo representa
como un dragón y es el que lucha con el Arcángel Miguel, representando de esta
manera la lucha constante entre el bien y el mal en el mundo.
Belcebú es el demonio de la Gula.
Se cree que Belcebú, Lucifer y Satanás son los principales demonios y a estos
le deben obediencia todas las legiones demoniacas. Normalmente se asocia a este
demonio con una imagen física que se componía de diferentes animales, generalmente
un amalgamiento entre humano, rana y gato, teniendo tres cabezas, cada una de
uno de estos animales.
A Leviatán se le asocia la
Envidia. Se lo representa como un dragón u otro monstruo marino, y se lo cree
el guardián personal de Lucifer. Se lo asocia a un gran tamaño Su elemento es
el agua.
Finalmente, a Belfegor se le
asocia el pecado de la pereza. Este demonio ha sido representado generalmente como
una mujer joven y hermosa o como un joven atlético.
Estos siete demonios, serían según
algunos autores, los siete príncipes del infierno, pero por debajo de ellos, jerárquicamente
hablando, haría una multitud de demonios menores que configurarían las huestes del
infierno. Estas legiones estarían al mando de diversos mandos medios que servirían
a los príncipes nombrados.
Un caso específico de
demonios. Íncubos y súcubos.
Sin entrar a detallar todos los
niveles que los diferentes autores describen dentro de las huestes infernales,
que se oponen a las huestes celestiales de los ángeles y son una imagen
especular de los mismos, destacan por su notoriedad dos tipos de demonios, los íncubos
y los súcubos.
Estos son un tipo de demonios que
tienen como particularidad la creencia que mantienen relaciones sexuales con
los seres humanos mientras estos duermen y que es vivido, por estos, como un
sueño. Los íncubos serían aquellos demonios que mantienen trato sexual con
mujeres mientras que los que tienen sexo con hombres serían los súcubos.
Estos demonios buscan corromper a
los seres humanos mediante el sexo, por lo cual sus victimas son generalmente
hombres y mujeres vírgenes o que han hecho voto de castidad como los
religiosos. Otra de las funciones de tener trato sexual de estos demonios con
los humanos es la de generar seres humanos que tengan una tendencia hacia el
mal o que sean fácilmente manipulables por los entes malignos. Además de esto, los íncubos
y súcubos se alimentan de la energía vital de los humanos con el prejuicio que
esto conlleva a la salud de los perjudicados.
Tanto a los íncubos como los súcubos no se les adjudica una apariencia típica de los demonios con sus cuernos, cola y demás, sino que poseen una belleza sumamente atrayente lo cual los hace irresistibles para sus víctimas.
También se afirma que los íncubos y los súcubos
no es que sean dos tipos de demonios por separado, sino que, según los gustos
de la víctima, pueden adquirir una imagen u otra con el fin de seducir y
conseguir su propósito final que es el de atormentar a los humanos mediante la sexualidad.
No hay comentarios:
Publicar un comentario