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La recapitulación. La técnica chamánica para sanar nuestra energía.


La recapitulación. La técnica chamánica para sanar nuestra energía.


Hoy nos vamos a referir a una técnica ancestral y chamánica que tuvo un renacer desde que se comenzó a revivir, gracias a Carlos Castaneda y la corriente que este generó que recuperó diversas técnicas chamánicas entre ella esta que nos ocupa ahora.

Aunque muchas veces se asocia a la recapitulación con un producto del New Age, nada más alejado de la realidad ya que esta técnica se viene practicando desde el origen de los tiempos por los pueblos indígenas de América y, con algunas variantes, en otras tradiciones a lo largo y ancho del mundo.

Para que sirve una recapitulación.


El fin de la recapitulación es la de sanar nuestra energía, así como recuperar aquella energía que fuimos dejando por el camino de nuestra vida en cada situación o relación que vivimos de manera negativa.

Con la recapitulación se trata de conseguir los siguientes objetivos:

Recuperar energía
Desembarazarnos de energía ajena
Liberarnos de ataduras energéticas
Liberándose de las promesas
Decir adiós

El proceso, a grandes rasgos, es un sistema para revivir las vivencias de nuestro pasado, no es solamente recordar, sino que hay que revivir la vivencia con todo el cuerpo y desalojar las energías que no queremos seguir acumulando, generalmente por la razón de que son vivencias que nos han dejado marcados y que nos están anclando al pasado o nos afectan en nuestras conductas presentes.

Es en definitiva borrar las limitaciones que nos impone nuestro pasado a fin de que podamos ser realmente libres.

¿Cómo se hace una recapitulación?*


Debemos comenzar a recordar aquellas cosas que nos han marcado de una manera que no queremos mantener en nuestras vidas, generalmente son vivencias negativas de las cuales queremos liberarnos.

Para ello y a fin de tener un orden de trabajo podemos comenzar por hacer un listado de las personas que nos han afectado y que vivencias están relacionadas con ellos.
Comenzamos desde el presente y vamos avanzando hasta llegar a nuestra infancia.
Debemos anotar la persona, lo que paso y los sentimientos que esto nos generó.
Este listado preparatorio puede llevar nos bastante tiempo para su realización pero es fundamental tenerlo pronto antes de comenzar con la recapitulación en si misma.

Podemos utilizar las siguientes categorías para hacer la lista de eventos a recapitular, dividiendo las personas de nuestra vida en:
1. Parientes
2. Amigos
3. Parejas
4. Gente con la que he tenido relaciones sexuales
5. Compañeros de colegio
6. Compañeros de trabajo
7. Gente relacionada con mis inquietudes espirituales
8. Gente relacionada con mis áreas de trabajo
9. Acontecimientos que tuvieron lugar estando solo
10.Acontecimientos originados por interacciones con campos de energía no humanos

Una vez que tengamos nuestra lista de personas y eventos que vamos a recapitular debemos dividirlas en secciones con las cuales vamos a trabajar, según el tiempo que vayamos a dedicarle, ya sea una hora , dos o tres y las veces que vamos a recapitular por semana. Es bueno planificar el trabajo que vamos a realizar, este trabajo puede llevarnos meses o años.

Para comenzar a recapitular en si, debemos encontrar un lugar donde podamos estar en soledad y sin interrupciones durante el tiempo que vamos a trabajar, inclusive se recomienda construir una caja para meternos dentro y hacer la recapitulación, aunque personalmente no creo que esto sea absolutamente necesario. El mejor momento para recapitular es por la noche.

La respiración es el elemento fundamental en el momento mismo de la recapitulación ya que esta nos permite recuperar la energía perdida, reparar nuestro cuerpo energético y liberarnos de lo que no queremos mantener en nuestra vida.

La recapitulación tiene tres pasos:


Primero, ser como un espectador que ve de fuera “la película” del evento. Procurar verlo todo, el entorno detalles y principalmente los sentimientos que están actuando. Ver la “película/evento” completa.

Segundo. Estar dentro del evento /película reviviéndolo y experimentando todos los sentimientos que tuviste dentro del mismo, lo que pensabas, etc. ya no lo ves de afuera. Pronuncia las palabras que dijiste, muévete como lo hacías en el evento, hasta donde se puede vivirlo y sentirlo, decir nombres, exagerar, llorar etc. Luego de revivirlo, desligarnos del dolor y desvincularnos /desmarcarnos del evento para comenzar la sanación.

Tercero. Ver de nuevo el evento desde afuera, sanando por medio de mi respiración especial. Eres el sanador que viene a sanar no hay pena ni autocompasión, solo voluntad y poder de sanar.

Entre evento y evento respirar normalmente y limpiar la mente.

Estos son los tipos de respiración que aplicaremos, así como lo que conseguiremos con cada una:


Respiración 1 – 
Espalda contra la pared, espina dorsal recta, piernas cruzadas.

Técnica respiratoria 1: Mirar al frente y expulsar todo el aire. Cabeza a la derecha y va girando a la izquierda mientras inhalas. Cabeza al frente y allí exhalamos el aire.

Sirve para: comenzar el proceso de la caja. Recobrar energía .Recuperar algo de nosotros perdido.


Técnica respiratoria 2 – Frente inhalamos profundamente. Aguantamos respiración y giramos cabeza a la izquierda. Giramos cabeza a la derecha dejando salir el aire lentamente. Cabeza al frente donde se puede inhalar y repetir el proceso cuanto sea suficiente.

Sirve para Deshacerte de lo que no debe permanecer en ti ya sea energías de otras personas, que nos afectan de manera negativa.  Romper promesas y ordenes energéticas que nos afecten. o cualquier cosa que queramos eliminar.  Para despedirnos, decir adiós y librarnos de personas que se han ido tiempo atrás y cuya partida no hemos aceptado.


Respiración 3: Cabeza a la derecha sin aire. Inhalar cuando gires a la izquierda. Exhalas cuando giras a la derecha. Cabeza al frente.




* antes de emprender el viaje de la recapitulación recomiendo leer algún libro al respecto para ver todos los detalles del tema que no pueden ser incluidos en un artículo como este. Recomiendo los libros de Víctor Sánchez por su claridad.

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