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Libros fundamentales: El I Ching o el Libro de las Mutaciones.


Libros fundamentales: El I Ching o el Libro de las Mutaciones.


Historia del I Ching.


El I Ching es un libro de origen chino y es uno de los libros más antiguos que se conocen y se conservan. Se calcula que este libro fue escrito en el 1200 antes de Cristo, aunque nadie sabe a ciencia cierta su edad. Su antigüedad así como lo misterioso de su elaboración, y reelaboración por diferentes autores, basta para proporcionar a este libro un halo de misterio.

Se dice que tuvo cuatro autores principales que fueron Confusio, Fu Hi, el rey Wen y el duque de Chou. Este libro tuvo varias relecturas y se le fueron agregando sentencias adicionales, los llamados comentarios, para poder hacer más comprensible su, a veces oscuro, texto.

Este libro fue conocido en occidente principalmente por la traducción hecha por Richard Wilhelm, a mi entender la mejor aun de las, hasta el momento, realizadas.

Solo por su misteriosa génesis sería un libro para conocer, pero su particularidad no se basa en el conocimiento histórico que de el podamos sacar, sino la utilidad práctica que el mismo nos puede proporcionar.

Finalidad del I Ching.


Este libro, como todos los grandes libros, posee muchas lecturas, es un libro filosófico, es un libro que trata sobre la moral y la ética, y es un libro oracular, y es por esto último, por lo cual se ha hecho más famoso en occidente.

Lo más destacable a nivel filosófico, a mi entender, es la idea que presenta del ying y el yang, como las dos fuerzas que moldean el universo y al hombre que en el habita. Estas dos fuerzas están en continuo cambio, mutando de manera eterna, y considerando a esto como lo único inmutable. Solo el cambio es inmutable todo lo demás está en cambio continuo. El conocer el camino que sigue el cambio es de utilidad, para el hombre para poder predecir su devenir tanto a nivel individual como colectivo.

El I Ching y la magia.


Conociendo la verdad en esta eterna lucha entre el ying y el yang nos permite analizar todos los fenómenos, despojados de sus múltiples apariencias, e ir al fondo del proceso.

Este proceso de cambio se realiza siguiendo determinadas pautas marcadas por las lineas de menor resistencia. Podemos elegir que el cambio se siga produciendo, como se va desarrollando de manera autónoma, como lo indica su naturaleza, o podemos cambiar el proceso a nuestro favor, en aquellos casos que nuestra fuerza nos lo permita. Esto suena a magia ¿no? Y es por eso que este libro es para mi de lectura y utilización básica para cualquiera que quiera profundizar en el conocimiento mágico y en su práctica.


El uso oracular del I Ching.


Este libro se compone básicamente de 64 hexagramas. Un hexagrama es una figura que representa un estadio del cambio, este es representado por seis lineas que pueden ser completas o partidas. Estas lineas representan el ying (lineas partidas) y el yang (lineas completas). Según la cantidad de lineas partidas y completas, y su ubicación dentro del hexagrama, se puede hablar de diferentes hexagramas. Para quien no comprenda esto verá a los hexagramas como algo extraño y oscuro, pero estas lineas solo tienen esa función de registrar el ying y el yang presente en cada posición.



Cuando queremos hacer una consulta al I Ching debemos primero elegir la manera en que vamos a hacer que lo invisible se haga visible, es decir a través del azar, vamos a construir el hexagrama que nos va a dar la pauta de la situación por la cual estamos consultando. Para ello hay diferentes medios, los más comunes son las monedas y los tallos de milenrama (una hierba). Nosotros nos vamos a basar en la tirada con monedas ya que es mucho más sencilla y práctica.

Las monedas tradicionales que se usan para esto son las monedas tradicionales chinas, las que son redondas con un cuadrado vacío en el centro, hay muchos tipo de ellas más o menos decoradas, precios etc. todo esto no es lo importante. Las monedas solo son un instrumento para que algo se manifieste, por lo que unas monedas que tengan en casa, y que puedan dejar para este uso, también servirán. Eso si una vez que elijamos las monedas debemos determinar cual es la cara y cruz y así determinar su valor ying y yang. Generalmente si hay una imagen masculina en la moneda este será el lado yang y el otro el ying. Si no hay nada que pueda ser identificado como ying o yang (masculino yang, femenino ying, por citar alguna asociación) ,se puede definir una cara u otra como ying o yang, es importante recordar la asociación que hicimos y no variarla porque sino los resultados van a ser erróneos. Esas monedas deberán ser apartadas, de ahora en más, solo para el uso oracular.

Cuando lanzamos las monedas al aire, se supone que estamos elevando nuestro pedido de información sobre un tema y la manera en la que caen es la respuesta. Una vez estas caigan veremos cuantas caen mostrándonos su cara ying y cuantas el yang. A las yang se les da un valor de tres y a las ying un valor de dos. Los resultados de cada tirada (sumando el valor de las tres monedas )van a oscilar entre el seis y el nueve, si la suma de las tres monedas es impar registramos un trazo continuo, si es par es una linea partida. Esto lo hacemos seis veces y tenemos nuestro hexagrama. Hay que recordar que el hexagrama crece como las plantas de abajo a arriba, la primera linea es la de abajo y luego se van apilando las demás.

Una vez terminada las seis tiradas tenemos nuestro hexagrama, y, con este dibujo vamos a encontrar a cual de los hexagramas contenido en el libro corresponde para ver cual es el consejo del libro.

Es fundamental realizar todo este proceso con respeto y de manera concentrada y de esta manera el libro responderá a sus consultas. Encontrarán que las respuestas no siempre son tan claras como esperábamos, al principio puede darnos a pensar que no tienen nada que ver con lo que estamos consultando. Si le dedicamos a sus palabras un tiempo de meditación, las mismas generalmente nos abren a posibilidades que no nos habíamos planteado, nos hace ver el problema desde otro punto de vista, nos plantea nuevos caminos impensados hasta el momento. Como todo buen oráculo nos da el punto de partida para que nosotros elaboremos una solución.

A nivel personal me ha dado muchas sorpresas, trayéndome puntos de vista inesperados y en los que me torturaba luego pensando como no se me había ocurrido antes. Hubo situaciones en las que yo podía percibir que había algo más respondiéndome desde el libro, ya que casi teníamos una conversación completamente coherente y hasta me reprendía cuando insistía en un tema al cual me había contestado enviándome el hexagrama de el joven necio, diciéndome “No soy yo quien busca al joven necio, el joven necio me busca a mí.”


Hay que tener en cuenta que este libro tiene como finalidad, nuestro crecimiento como personas, que su fin último es que (como todo buen maestro) no lo necesitemos más una vez hayamos aprendido a dirigir nuestros pasos por sus enseñanzas. No es un libro para obsesionarse haciéndole preguntas, de hecho el fin oracular sería el menos precioso de sus usos.
Espero que se animen a acercarse a este libro fundamental, de seguro aprenderán de él tanto como yo lo he hecho.





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