Pensamientos incontrolados y meditación.
Cuando comenzamos la práctica de la meditación, de lo que
más a menudo todos se quejan es del torrente de pensamientos, imágenes y
emociones que les sale al paso cuando intentan calmar la mente. De esto
trataremos hoy.
Esto no es para nada un problema y es algo que debemos
agradecer que pase en los primeros tiempos que comenzamos a meditar. Todo el
aluvión de imágenes que nos asalta cuando comenzamos a meditar, no se si se han
parado a pensar, son muy similares a las imágenes inconexas, ilógicas y muchas
veces inesperadas que nos aparecen en el momento de intentar dormirnos.
Cuando esto pasa lo que se debe entender es que el
consciente está dejando paso al subconsciente, la parte de nuestra mente más
poderosa y desconocida. Estas imágenes, y muchas veces emociones que sentimos,
pueden ser mensajes que nos esta intentando dar el subconsciente cuando le
abrimos una ventana. Asimismo, al igual que sucede con los sueños, también
puede pasar que estas imágenes sean solamente residuos de recuerdos de
vivencias del día u otras cosas, no siempre son mensajes del inconsciente.
Todas estas imágenes se deben dejar pasar sin preocuparnos
por ellas lo más mínimo, salvo que se repitan muy insistentemente para lo cual
deberíamos realizar una introspección o en casos extremos buscar ayuda
profesional. En el 99,9% de los casos no tienen importancia. Hay que dejar que
salgan y no prestarles atención.
A medida que comencemos a practicar, estas imágenes
comenzarán a ser menos intrusivas, menos intensas y nos dejarán pasar de manera
más suave al siguiente paso hacia la meditación, hacia el dominio de nuestra
atención.
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