Los registros akáshicos.
Mucho se habla de los registros
akáshicos, que si tal persona accede a ellos, que si hay un curso
para poder abrirlos y muchas cosas más. Debido que está tan de
moda, y a que me lo han pedido, veremos a continuación algunos conceptos relacionados con este
tema.
Personalmente he de decir que no he tenido mucho contacto con
este tipo de prácticas, solamente una vez intentaron leer mis
registros akáshicos según me dijeron, pero la verdad lo que me
dijeron no tenia ni pies ni cabeza. Debido a esto me propuse estudiar
más del tema y aquí les dejo algunas ideas básicas.
¿Qué son los archivos o registros akáshicos?
Los registros akáshicos suele decirse
que son todo el conocimiento generado por todas las almas, es decir,
son la memoria de todo lo que pasó, sintió o vivió cada alma que
ha vivido o está viviendo en el universo. Son un registro vibratorio
de todo eso. Este cuerpo vibratorio se encuentra por todas partes, es
una memoria universal omnipresente. Mediante una dimensión de la
consciencia diferente a la normal se puede acceder a estos registros,
desde cualquier lugar y en cualquier momento, mediante una serie de
técnicas.
Para entender a los registros akáshicos
se debe aceptar, claro está, el concepto de reencarnación ya que
este es básico, para entender la dinámica de los registros y su
utilidad. Asimismo se deberá compartir la idea de un alma eterna e
indestructible. Estas almas que se van reencarnando son las que van
creando, con sus vivencias, los registros.
Como veíamos, estos registros son las
impresiones de todo lo experimentado por las almas y que se
encuentran en el akásha, ¿pero que es el akásha?
El akásha, es la sustancia primigenia
de la cual todas las cosas son creadas, es la energía en estado
virginal del la cual, a partir de las impresiones creadas por los
pensamientos, se crean todas las cosas que existen, es la estado de
la primera cristalización del espíritu. Esta sustancia, además,
tiene la propiedad de registrar hasta la más mínima experiencia de
la almas y la guarda para siempre, creando de esta manera los
llamados registros akáshicos.
En la magia se trabaja con el akásha
como la fuente de todo, es la quintaesencia de la cual parten, y se
les da el soplo vital, a los cuatro elementos y, mediante la
combinación de los mismos, se crea todo lo existente.
¿Cómo acceder a los registros akáshicos?
El proceso de acceder a los registros
akáshicos o la apertura de los mismos implica pasar de un estado de
consciencia “normal” (entendiendo esto como un estado de vigilia
) a un estado de consciencia universal. En ese momento nos ponemos en
unidad con lo divino. Cada vez que entramos en esta consciencia
universal, recibimos la luz, nos iluminamos, esto tiene efectos de
mejora en nuestra persona y la de los que están abriendo sus
registros con nosotros. La luz va de alguna manera calando en nuestra
personalidad proporcionando una sensación de paz y bienestar, según
Linda Howe en su libro “Como leer los registros akáshicos”.
Según esta misma autora, los registros
están archivados con el nombre actual de la persona con la cual
estamos trabajando para abrir sus registros. De esa manera se puede
acceder a la información de esa persona en un momento determinado.
Tampoco es necesario bucear por toda la información que puede haber
generado esa alma en particular, en todas sus sucesivas
reencarnaciones lo cual seria muy engorroso por la gran cantidad de
datos. La información que llega durante la lectura akáshica es la
que se necesita en ese momento para poder seguir evolucionando. El
registro, la información a la que se accede se facilita por las
palabras pronunciadas que son las que ponen la energía en
movimiento.
El proceso de acceder a los registros
comienza normalmente con una oración, que facilita el acceso a los
mismos, mediante la vibración de las palabras pronunciadas. También
hay otros métodos de acceso, mediante la hipnosis por ejemplo o por
la meditación. En general la lectura la realiza una persona a la que
se consulta para ello, esta persona abre los registros y canaliza la
información que nosotros necesitamos en ese momento. Esta
información nos la transmite mediante la palabra.
Dentro del código ético de la lectura
de registros no se permite abrir registros ajenos sin el permiso de
la persona implicada, se debe ser empático y guardar la
confidencialidad.
Las preguntas que mejor funcionan
cuando se realiza una consulta de registros son aquellas que
comiencen con “qué” “por qué” o “cómo” y se deben
evitar las que comienzan con “cuando” o son de respuesta cerrada
es decir que se contesten con un si o un no. En definitiva, según la
autora, evite las preguntas que den respuestas concretas, ¿no?
Una vez se han realizado las consultas
necesarias se cierra la sesión con otra oración y se pide que se
tome tierra una vez finalizado todo.
Mi opinión sobre todo esto.
Mi opinión en cuanto los registros
akáshicos es que soy bastante escéptica con toda esta práctica.
Además de que cuando consulté no
conseguí ninguna información, señal de que en la práctica no
funcionan, hay motivos más profundos.
Primero, se que existe el akásha por
haber trabajado con él, lo que no me queda tan claro que se puedan
abrir sus registros a voluntad, en cualquier momento y por personas
que hacen de esto un negocio. Esto, como cualquier forma de videncia,
se da con bastante frecuencia, pero no se puede hacer cada vez que a
uno se le ocurra, de 9 hs a 13hs y de 16hs a 20hs. Las cosas no
funcionan así, todavía no entendemos los mecanismos que hacen que
alguien pueda acceder a un conocimiento especifico en un momento
especifico, menos aun podemos repetirlo a voluntad cuando nos
parezca. Esto vale para todo tipo de videntes, tarotistas y demás, y
conste que lo digo con todo el respeto para quien crea en ello, pero
quiero hacer uso de mi derecho a expresar lo que siento.
Segundo, creo en la reencarnación y
creo que en general no sabemos de nuestras experiencias en vidas
anteriores por una razón, el estar abriendo ese conocimiento como
manera más o menos lúdica en esta edad del New Age, me parece como
menos irresponsable.
Tercero, no es necesario este
conocimiento, aunque se pudiera acceder a él. No nos va a aportar
nada a nuestra evolución, tenemos que intentar crecer como personas
y avanzar hacia la luz y olvidarnos que somos tan importantes como
individuos. Desprendernos de nuestra individualidad, de pensar en
nosotros como algo separado del todo, nos facilitará mucho más la
felicidad, que buscar lo que hemos sido en otras vidas.
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